:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/BZG2ETNQFVAZNIZCRN4KSNV65I.png 992w)
científicos de Universidad de Tel Aviv desarrolló un robot que tiene el mismo sentido del olfato que un ser humano y que puede usarse para reemplazar a los perros en los aeropuertos para detectar explosivos y drogas.
“Crear un robot con una nariz biológica puede ayudarnos a preservar la vida humana e identificar a los delincuentes de una manera que hoy no es posible. Algunos animales saben cómo detectar enfermedades. Otros pueden percibir los terremotos», dijo el Dr. ben maozpertenecientes a la escuela de ingeniería de donde surgió la investigación.
Para su funcionamiento se desarrolló una plataforma biohíbrida, que utiliza sensores biológicos conectados a sistemas electrónicos. Además, se complementa con algoritmos para inteligencia artificialen un proceso muy similar a como funciona este sentido en las personas.
Te puede interesar: El micrófono de realidad virtual que parece un bozal y elimina el ruido
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/RCGJKKPH5RGI7MO3GB4OKAPGHE.jpg 420w,https://www.infobae.com/new-resizer/5pfJi6kaRm2q1u_68rPvhSUrhtc=/768x512/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/RCGJKKPH5RGI7MO3GB4OKAPGHE.jpg 768w,https://www.infobae.com/new-resizer/F-G5fzwv6GBo5rlCRGp4br5eMIA=/992x661/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/RCGJKKPH5RGI7MO3GB4OKAPGHE.jpg 992w,https://www.infobae.com/new-resizer/H8PoCNZAf0dUxNfC1EdolXa4l7A=/1200x800/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/RCGJKKPH5RGI7MO3GB4OKAPGHE.jpg 1200w,https://www.infobae.com/new-resizer/CzD1tgZzND3aUlTKuuBjfYy-pEQ=/1440x960/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/RCGJKKPH5RGI7MO3GB4OKAPGHE.jpg 1440w)
El estudio asegura que utilizaron antenas extraídas de una langosta del desierto, las cuales fueron conectadas a sistemas eléctricos para medir la cantidad de señal que producían las antenas al detectar un olor.
El siguiente paso fue vincular el robot a la inteligencia artificial y a partir de ahí desarrollar un sistema que diferencie correctamente ocho olores puros que reconocen los humanos. Tres de ellos eran geranio, mazapán y limón.
Lo que resultó de esto fue un proceso muy similar a lo que ocurre en el cuerpo de las personas y de los seres vivos en general. Estímulo recibido por un órgano sensorial, que posteriormente es llevado al cerebro y este lo convierte en impulsos eléctricos para descifrar la información.
“La naturaleza es mucho más avanzada que nosotros, así que debemos usarla. El principio que demostramos se puede usar y aplicar a otros sentidos, como la vista y el tacto”, dijo Moz.
El alcance de esta investigación es muy amplio, ya que sus responsables apuntan que el robot también podrá ser llevado al campo para que sea capaz de detectar plagas que supongan un peligro para los cultivos, así como la identificación de Células cancerígenas en el cuerpo humano.
El progreso de este robot superó al de otros dispositivos similares, según los científicos. «Una comparación con dispositivos de medición estándar mostró que la sensibilidad de la nariz del insecto en nuestro sistema es unas 10.000 veces mayor que la de los dispositivos actualmente en uso», concluyeron.
Te puede interesar: Estudiantes colombianos crean mano robótica que enseña lengua de señas
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/MEJ5FMTV5JEZVCYJUV5VED7QYM.jpg 420w,https://www.infobae.com/new-resizer/wpZKQxRIe1bn7kUlt_8fD_rMchE=/768x576/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/MEJ5FMTV5JEZVCYJUV5VED7QYM.jpg 768w,https://www.infobae.com/new-resizer/5TBr-2iRs7qpY3c0imaCfWX0waI=/992x744/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/MEJ5FMTV5JEZVCYJUV5VED7QYM.jpg 992w,https://www.infobae.com/new-resizer/LzwIBaTN-bV_a8B3MnwhUV8tv3Y=/1200x900/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/MEJ5FMTV5JEZVCYJUV5VED7QYM.jpg 1200w,https://www.infobae.com/new-resizer/m6MuNoWXaMVxOi6CE6HaJPzdN48=/1440x1080/filters:format(webp):quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/MEJ5FMTV5JEZVCYJUV5VED7QYM.jpg 1440w)
Un estudiante de ingeniería en Inglaterra diseñó un pez robótico llamado Gilberto, que utiliza sus branquias para filtrar estos desechos de un río o del mar.
Este pez robot mide medio metro de largo. Nada moviendo la cola mientras mantiene la boca abierta para recolectar agua (y microplásticos) en su cavidad interna. Cuando la cavidad está llena, el robot cierra la boca y abre las válvulas branquiales lamelares, expulsando el agua de las válvulas y levantando el fondo de la cavidad.
Incluye aletas pectorales, motor de branquias y boca, rastrillo branquial, red de partículas, motor de aleta separado, varilla impulsora de aleta caudal, motor de aleta caudal, batería y microcontrolador, y sensores para detectar el nivel de volumen y la claridad del agua. Gilbert puede recolectar microplásticos hasta 2 milímetros de tamaño.
Para que este sistema sea efectivo, se necesitarían miles, millones de estos robots. Pero la idea no es usarlos para retirar microplásticos, sino recolectar algunas piezas y analizarlas. Así, los biólogos marinos sabrían qué microplásticos afectan a qué zonas ya qué densidad.