Cuando se trata de iluminar, el balayage es el rey. Esta clase consiste en barrer el color desde la raíz hasta las puntas, utilizando brocha y decoloración a mano alzada. También puedes utilizar la decoloración exterior para conseguir degradados más sutiles. El resultado final dependerá de la habilidad del colorista, ya que es una técnica muy adaptada, que requiere saber aplicar la mecha y diluir para conseguir una mayor aclaración en las puntas.
Las mechas Shatush serían para un efecto más natural, resaltando que las raíces quedan más oscuras, mientras que el resto del cabello se va aclarando poco a poco, consiguiendo reflejos no forzados. Aunque pueda parecer una técnica fácil, no lo es tanto, como nos explica Paul Tudor, director y primer estilista del salón. David Kunzle Fuencarral: “El inconveniente es que tratamos de darle un aspecto natural al cabello con reflejos y brillo propio donde la coloración no se aprecia por ningún lado, ya que las mechas no afectan a la raíz una vez que el cabello comienza a crecer. Son ideales para mujeres hartas del tinte y que intentan verse bonitas sin unas supuestas mechas, con raíces más oscuras y puntas un poco más claras, un look natural que contrarresta muchas de las mechas que solemos ver por la calle”.
También son muy apetecibles las mechas gruesas, con mechones frontales que enmarcan el rostro, siempre lacios y muy definidos donde se utilizan dos tonos para resaltar el claroscuro del cabello, muy versátiles como melting (algo así como melting), una suerte de transición de un tono más oscuro a uno más claro en todo el cabello en el que se diluyen sutilmente para conseguir un degradado que no se nota:: “Es un tono bastante difícil de notar por su forma muy natural, muy apropiado para todo tipo de bases naturales y para personas que no quieran un cambio muy radical. Es preferible que se haga con brocha ya que no se buscan tonos muy potentes, sino una aclaración más global. El resultado es un reflejo durante la melena que se pierde en tal melena” – nos dice el director de David Kunzle Fuencarral, Pablo Tudor.
Los babylights y los californianos también gobiernan
Los babylights consisten en aclarar el cabello de forma muy natural y sutil, manteniendo el color en todo momento. Son ideales para un efecto rubio natural, a través de mechas frágiles que aportan iluminación al cabello y un toque de dulzura al rostro. Por su parte, las californianas hacen más marcado el efecto de humillación natural del cabello, pudiendo dejar un tono más sutil o suave, o extremo en las puntas.
La mayor ventaja de las balayage y las californianas es el poco mantenimiento que requieren, ya que se pueden retocar cada 4 meses. Al no tocar la raíz, no se percibirá el desarrollo natural del cabello. Aun así, debemos mantener el cabello muy nutrido con productos específicos como acondicionadores o mascarillas porque el cabello decolorado siempre tiende a estar más seco, incluso con shampoos violetas o azulados para que nuestra mecha no tienda a tonos indeseados como el amarillo o el naranja, sino si esto nos pasa, siempre podemos volver a aplicar un tratamiento de color entre retoques para refrescar la mecha y lucir siempre como el primer día.